Zuckerberg, Facebook, noticias falsas: regulación o auto regulación, el dilema
Ante la filtración de los datos de más de 87 millones de usuarios de Facebook, surge el dilema, regulación o auto regulación, o en el peor de los casos, hacerse del ojo pacho a sabiendas que tarde o temprano nuestros datos privados pueden ir a parar a una campaña de publicidad o propaganda.
El escándalo es mayúsculo, involucra directamente y ha puesto en el cadalso a la principal red Facebook, que aglutina miles y miles de comunidades virtuales, que vincula con la red de redes, Internet, a más de 2 mil 100 millones de usuarios en el mundo, de los cuales unos 87 millones fueron a parar a las bases de datos de las campañas políticas de Estados Unidos y de otras naciones, incluida México.
No sabemos con detalles si El Salvador también ha sido víctima de las campañas de propaganda política partidista, que utiliza con herramienta de convencimiento las redes sociales y en general Internet, y, en particular, el uso de las redes sociales para exaltar al candidato o partido propio y o denigrar al contrario sin importar de las mentiras y la propaganda sucia. De lo que sí estamos seguros, y la justicia salvadoreña ha ventilado al menos un caso, que el equipo de un político, ha utilizado masivamente bots y troles para manipular las redes sociales e Internet no solo hacer propaganda falsa sino denigrar a sus oponentes, incluso falsificar portadas de periódicos con el intento de promover noticias falsas.
El escándalo o fallo calamitoso ha tocado al mismo fundador y presidente de Facebook, Mark Zuckerberg, quien ha tenido que enfrentar sendas audiencias con los senadores y congresistas de Estados Unidos para dar cuenta del fallo ocurrido en la principal red virtual; las consecuencias para la empresa han sido grandes, al menos 50 mil millones de dólares ha caído el valor de mercado de la empresa que sin duda alguna, y esto es lo principal, ha perdido parte de su reputación al tener deficiencias serias para resguardar los datos privados de los usuarios.
Para ejemplificar la cuestión de fondo, basta recoger un par de preguntas sencillas y simples hechas a Zuckerberg, en la comparecencia en el senado estadounidense, cuando el senador demócrata por Illinois, Dick Durbin, le preguntó: “¿estaría cómodo compartiendo con nosotros el nombre del hotel en el que estuvo anoche?”, al tiempo que le incitó a que compartiera con los presentes los nombres de las personas con quienes se había comunicado esta semana….el CEO de Facebook, dubitativamente dijo que no le gustaría y por supuesto, se negó a revelar los nombres con quiénes se ha comunicado últimamente.
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