Las nuevas exigencias de la adaptación virtual.
MM.
Sofía Marroquín, Emilia Pineda y Óscar Mendoza, estudiantes de la licenciatura en Psicología, conversaron sobre los aportes obtenidos en las investigaciones realizadas a la ASAB (Academias Sabatinas) y al CEF (Centro de Encuentro Familiar), bajo el tema: Adaptación a la educación virtual
Los estudiantes realizaron sus investigaciones como un trabajo de intervención realizado en las prácticas educativas del ciclo 01-2021, donde su principal objeto de estudio se centró en los estudiantes, facilitadores y padres de familia de la ASAB y CEF.
De acuerdo a la investigación el rol del docente fue más amplio, ya que no solo se centraba en el aspecto de educación, sino también como un consejero cuando los estudiantes conversaban las diversas situaciones por las que pasaban a inicios de la pandemia. Una pieza clave en el proceso fue que los docentes encontraron cómo regular los momentos de estrés de sus estudiantes.
“Uno de los cambios que tuvo el docente fue el aspecto de innovación, en cuanto a la creación de actividades que siempre fueran dinámicas y no se sintiera la monotonía que existía ante la modalidad virtual cuando iniciábamos este programa. Hemos logrado establecer diferentes técnicas y, así mismo, diferentes herramientas que permitan llevar el conocimiento de forma dinámica e innovadora, captando siempre la atención del estudiante” comentó Sofía Marroquín, estudiante de Psicología.
Por otro lado, Oscar Mendoza identificó en su investigación “Me educo y transformo” los principales retos que los estudiantes estaban presentando a inicios del año 2021. “Entre los principales resultados se destacó la necesidad en temas como la gestión y control de emociones, el aspecto de estrés y ansiedad, la planificación y organización académica, así como también las habilidades sociales”, indicó Oscar Mendoza, estudiante de Psicología.
Y fue gracias a esos resultados que el programa “Me educo y transformo” logró impactar en el conocimiento de las emociones de los jóvenes estudiantes, manejo del estrés y no solo en el aspecto académico, sino que también en un espacio más personal.
Sin embargo, en todo este proceso de formación uno de los principales agentes socializadores es la familia, y que influencia en la identidad personal de cada estudiante. “El objetivo de nuestro trabajo fue conocer la importancia del involucramiento de los padres de familia en la vida académica de sus hijos, y esto a su vez identificamos qué relación tiene ese involucramiento con los estilos de crianza, ya que este último rige la línea y la forma en la que se va a dirigir su hijo, ya que la forma en la que los padres afrontan sus problemas en una forma de guía y ejemplo para sus hijos: democrático, negligente y democrático”, afirmó Emilia Pineda, estudiante de Psicología.
Para finalizar, Vladimir Menjívar, coordinador de este proyecto, expresó la importancia de que existan estos espacios de contacto entre los estudiantes, el mundo exterior y las personas que, en este caso, se dedican a la práctica educativa.
“Esta es una gran oportunidad para que el estudiante de psicología aplique todo lo que ha aprendido y que puede poner al servicio, y de esta manera beneficiar a la población, pero que igualmente ellos (estudiantes) se benefician, porque aprenden de la realidad, para que al final del proyecto exista una satisfacción de haber dejado una huella en la vida de estas personas. Y creo que al final cada uno de los estudiantes, Sofia, Emilia y Oscar tienen la satisfacción de poder haber hecho algo por alguien, y eso es lo que la carrera de Psicología enseña realmente, a crear impacto en la vida de los demás”, recalcó Vladimir Menjívar, coordinador del proyecto.