El 13 de noviembre de 1996 el Dr. Alfonso Rochac recibió un homenaje póstumo en el que se le entregó el galardón de Doctorado Honoris Causa en Economía.
Se lo reconoció porque en su persona armonizan con excepcional brillantez la prestancia académica, el espíritu patriótico y la integridad ciudadana.
“El Dr. Rochac fue un hombre dedicado al servicio institucional más elevado, tanto en el país como en el extranjero”. Así dice el considerando firmado por Don Emilio Paredes Álvarez, el Dr. David Escobar Galindo y el Dr. Fernando Castellanos.
El 13 de diciembre de 1996 también recibió el Doctorado Honoris Causa el Prof. Jorge Lardé y Larín, insigne historiador y maestro salvadoreño, quien ha dedicado su vida al estudio del entretejido histórico de nuestra nación.
El considerando del doctorado Lardé y Larín señala que “Don Jorge ha dedicado su vida a esta disciplina en forma excelente, convirtiéndose en un historiador de autoridad, no solamente conocido en el ámbito nacional sino reconocido por instituciones de países extranjeros.
En cuanto a sus dotes morales es una persona de conducta ejemplar. En ese ejercicio de largo aliento creador y divulgador han prevalecido la honradez intelectual, el celo investigativo y el alto espíritu patriótico”.
También en 1996, el Consejo Universitario de la Universidad acordó otorgar el Grado de Profesor Meritísimo a los doctores Adolfo Oscar Miranda y Manuel Arrieta Gallegos.
Estos insignes maestros son ampliamente conocidos en la Universidad y en los medios académicos y culturales del país como sobresalientes en el ejercicio de la docencia, estudiosos en las disciplinas que imparten y personas de conducta intachable.
El 15 de mayo de 1997, en la sesión del Consejo Directivo de la Universidad Dr. José Matías Delgado, el Dr. David Escobar Galindo, rector de la Universidad, en el marco del XX aniversario de fundación de la Institución se propuso otorgar el Doctorado Honoris Causa, a tres personas que moral e intelectualmente reunían las cualidades para tal distinción.
En un acto especial que se convirtió en un acontecimiento socio-cultural de gran relevancia, recibieron el Doctorado Honoris Causa las señoras Doña Mercedes de Altamirano, Doña Didine Poma de Rossoto y Doña María de Boet.
Se les otorgó por su contribución al desarrollo de las instituciones culturales a través de una vida de esfuerzo y rectitud moral. Cada una de ellas, dentro de su ámbito, lo ha hecho en forma ejemplar, como personas de ideas y dirección empresarial destacada.