Genzoman: “En ilustración, hay que perderle el miedo a la hoja en blanco”
El artista chileno compartió su experiencia ilustrativa de personajes con estudiantes de diseño gráfico de la Universidad Dr. José Matías Delgado, dando tres lecciones claves: favorecer al espectador en accesibilidad en imágenes, ser traductores visuales y narradores ingeniosos.
Gonzalo Ordóñez omenzó a desarrollar los primeros trabajos para editoriales chilenas, con el clásico “Mitos y Leyendas” y para agencias internacionales, como Udon Studios, World of Warcraft, Legend of The Five Rings y Universal Fighting System, entre otras.
Por Kevin Eduardo Salazar
En 1988, Gonzalo Ordóñez Arias, conocido como Genzoman, perdió el miedo a compartir sus ilustraciones en una especie de red social para cómic japonés, y las oportunidades laborales le llovieron a granel. Claro, no en el instante, pero su constancia y humildad han sido los ingredientes secretos de su éxito. Un día, cómo cualquier otro, en Estados Unidos, uno de los editores jefes de Marvel se interesó en los dibujos del chileno y lo invitó a trabajar con él en la producción de un manga.
Después de un tiempo, los de Marvel se percataron de que su debutante no era nipón, sino un ariqueño (Arica, Chile). Ahora es todo un rockstar de la ilustración, pues la prestigiosa revista de arte digital Imagine FX magazinelo nominó para el IFX awards 2013 como parte de los 100 ilustradores más importantes e influyentes del mundo.
Tu Espacio aprovechó la conferencia-taller organizada por la Embajada de Chile y la Escuela de Diseño “Rosemarie Vázquez de Ángel” para entrevistar al latino que ha conquistado Disney, Hasbro, Universal studios, entre otros.
Durante la conferencia comentaste que hay que perder miedo, ¿a qué se enfrenta un ilustrador en el mercado laboral?
El miedo en la ilustración es la hoja en blanco, y es el primer obstáculo que se enfrenta el artista. Yo sugiero que hay que perderle miedo al espacio vacío. Es una barrera grande a la que te enfrentás en la ilustración tradicional, por lo que mi trabajo [en ilustración] consiste en hacer síntesis, darles formas, que sean digeribles sin concretizar demasiado. Mientras que en la ilustración digital, se manejan las mismas herramientas, pero tienen otros accesorios, cualquiera de las dos formas es arte. El arte es una expresión y es una técnica también. Así como se puede hacer arte con tiza, pedazo de carbón, recortes de periódicos, muñequitos, entre otros. Esa misma función de crear una imagen, lo tiene la ilustración.
¿Cuál es el reto del ilustrador en el siglo XXI?
Tiene un problema inverso. El problema hay demasiada oferta (películas, cómics, series y otros) que no hayamos cómo comprender la gran variedad de arte generado en estos últimos cien años. La oferta es mayor que la demanda; por lo tanto, la labor del ilustrador (artista) es encontrar en alguna forma de contar de nuevo cosas que sean importantes para cada generación. En Latinoamérica el problema está que no tenemos identidad o cultura y vemos, por ejemplo, como en los japoneses la figura del samurái es relevante, teniendo en cuenta que su origen data alrededor del siglo X. Nosotros hemos dejado pasar lo esencial de una época, por lo que tenemos el deber como ilustradores de la región es rescatar esas suertes culturales de nuestros países para ponerlas al centro.
¿Qué rol cumple el ilustrador ante la sociedad?
Es necesario que comprendamos bien los hechos sociales para contar las cosas de forma interesante. A veces, los ilustradores tenemos un concepto frío sobre nuestro rol y nosotros somos también cuenta cuentos para diversos públicos. Los ilustradores estamos casados como la idea de chaman, aquel que se sienta frente a la fogata y relata la historia
¿Cuáles son las técnicas de ilustración que más utilizas?
A nivel técnico, los procesos en los que he trabajado recurren a las técnicas de grisalla [técnica que produce la sensación de un ser en relieve, mediante claoscuro muy matizados], también uso el painting [representación gráfica utilizando la teoría del color]. Es importante trabajar en equipo, pues el valor humano es clave para que estas técnicas ilustrativas transmitan el mensaje correcto, porque nosotros somos traductores visuales y tenemos una gran responsabilidad.