Emprendedores y el trabajo del futuro
Existe un gran reto en la sociedad actual y en las universidades por evolucionar la forma en la cual desarrollamos el potencial de las personas para la vida y para el mercado laboral.
De hecho, el crecimiento exponencial de las nuevas empresas y la transformación del trabajo está transformando los oficios vigentes. Sin embargo, recientes oportunidades laborales se están gestando hoy día que son la semilla de la definición de los nuevos puestos de trabajo del 2030.
Es importante que las universidades generen en los jóvenes la capacidad de acceso a nuevas oportunidades de empleo digno y productivo. Entiéndase por dignidad, que le permita tener un salario digno y por productividad, que sea una ocupación que genere riqueza e impacte positivamente en el mercado y la sociedad.
Una de las estrategias más eficaces para lograr este objetivo es el esfuerzo conjunto entre gobierno, empresa privada y universidades. El gobierno marca la pauta general de desarrollo regional. La compañía proporciona la tecnología y los espacios de formación para los aprendices. Las universidades se integran en este espacio de productividad con la estructuración de las ciencias y las tecnologías a las cadenas productivas.
En este mismo orden de ideas, existe un modelo innovador en México, pero de gran trayectoria en las culturas de primer mundo, se llama la educación dual. La Formación Profesional Dual es el conjunto de las acciones e iniciativas formativas, mixtas de empleo y formación, que tienen por objeto la cualificación profesional de los trabajadores en un régimen de alternancia de actividad laboral en una empresa.
En los sistemas de modelo francés y alemán dedican entre un 60% a un 75% del desarrollo profesional y de competencias para el trabajo de los “aprendices” dentro de las organizaciones. El resto del tiempo, entre un 40% a un 25% se complementa en forma conceptual y de desarrollo humano con sentido ético en los centros educativos.
Al final, el aprendiz concluye su programa con competencias para la realidad de las empresas, que es certificada por las universidades y la industria. De esta forma se integra en forma real y eficiente las demandas del mercado laboral con el crecimiento personal y profesional.
Las instituciones educativas de enseñanza superior deben integrar a los estudiantes en espacios para generar un sentido estratégico de su propia vida. Que emprendan desde sus propias fortalezas y pasión individual. Sólo con una visión emprendedora se genera el autoempleo como forma normal de generar el propio trabajo.
Esto implicará una educación continua, certificación constante y adaptación permanente. Estamos en el mejor de los tiempos para expandir el potencial humano en el que la tecnología se humaniza y las personas se tecnoforman.
Este binomio persona – máquina que genera una alianza de desarrollo con impacto en la productividad, la economía, el desarrollo de la salud y la construcción de un mejor mañana.
Fuente: Revista Agenda.
Etiqueta:Economía, Emprendedores