Discurso de agradecimiento del licenciado Miguel Martínez
En la graduación extraordinaria de la Facultad de Ciencias y Artes Francisco Gavidia de la Universidad Dr José Matías Delgado, celebrada el 23 de mayo de 2019 en Foro Dr. David Escobar Galindo, en el Campus I; el licenciado Miguel Martínez, CUM LAUDE de la Escuela de Ciencias de la Comunicación brindó el discurso de agradecimiento de los graduados:
Señores Autoridades de la Universidad Doctor José Matías Delgado que conforman la mesa de honor; Padres de familia, compañeros, nuevos Arquitectos y Licenciados de las carreras profesionales de la Facultad de Ciencias y Artes, invitados que nos acompañan; Buenos días.
En nombre de quienes este día vemos cumplido un sueño que no solo ha sido personal, sino aun mayor, familiar, quiero agradecer a las autoridades que nos honran con su presencia, por su gestión de los objetivos y labores necesarias para que luego de trabajar por nuestras metas profesionales y académicas, podamos todos alegrarnos y comprobar que a los audaces ayuda la fortuna.
La Fortuna, este rostro de la vida, sonríe hoy, a todos nosotros por igual. Porque lo hemos merecido. Tanto que creímos en el valor de sacrificar pequeños instantes de comodidad, y así, poco a poco, ahorramos segundos para este día que antes de hoy no existió jamás
Ese hoy ha llegado y estamos en él. Y en él, presenciamos el gozo y la expectativa que inunda el rostro de los que queremos y admiramos: familiares, amigos y compañeros, quienes desde cerca o lejos, siempre han estado a nuestro lado.
Sin embargo, podemos aceptar que no hemos recorrido un camino de logros sin probar alguna vez el sabor de la derrota. Es cierto que hemos perdido algunas batallas y no hemos obtenido el resultado esperado, a pesar de un esfuerzo consciente y motivado. Estamos, desde luego, involucrados en un mundo que no se detiene a dar consuelo al perdedor, en la travesía del rendimiento evaluado con base en resultados numéricos.
Frente a ello, como reflejo fiel de la necesidad de la sociedad, frente a la cantidad nosotros ofrecemos calidad; frente a lo material ofrecemos espíritu y frente a lo formal y peyorativo, ofrecemos sustancia: la base de toda Ciencia y Arte que se juzgue como tal. Porque nutre de potencial y valor toda actividad humana, definiendo de esta forma el espíritu de una época, de la cual, todos juntos, forjamos su historia y escribimos su destino.
Cierto es que no poseemos superioridad alguna sobre otros aportes profesionales tan fundamentales como aquellos de quienes dedican su vida e intelecto a las leyes físicas, químicas, económicas y jurídicas, sino, que aportamos un complemento necesario que muchas veces se deja de lado por la ceguera de ambiciones desmedidas que se proyectan sobre la arena del egoísmo y no sobre una base firme que incluya la sostenibilidad que proviene de observar con verdadero interés las necesidades humanas, espirituales, sociales y demográficas de nuestros semejantes.
Con la vista puesta en ellas, quedan frente a nosotros importantes cuestiones sobre nuestra misión y cómo llegaremos a cumplirla. Si el fin justifica los medios, si nuestro aporte será suficiente y cuándo sabremos si lo hemos logrado o no. Personalmente, cada uno ha descubierto intereses, pasiones y razones para integrarse con una labor específica a un mundo profesional exigente, pero que brindará oportunidades a quién aprenda a abrir puertas para los demás.
No solo busques tú bienestar, ayuda a encontrar puertas de paz, estabilidad, desarrollo y justicia, y potenciar sueños que pertenecen a otros.
Piensa en ti, sí. No te olvides de ti porque es probable que nadie más piense en ti. Pero, para romper esa sentencia, debes ser el primero que se atreva a actuar de forma contraria. No solo con idealismos inocentes sino con acciones sinceras que vayan contra la corriente.
Creo que nadie quiere ser un arquitecto más, un diseñador más, un psicólogo como otros o un comunicador que sea otro y no sea nadie. No porque sumar profesionales sea malo, sino porque la masa quita identidad, los hábitos de la mayoría no son por tal razón los mejores. Serás tú misma o tú mismo, mientras lo que hagas sea reconocible, y tus obras y talentos hablen por ti.
Prometamos, entonces, no esconder nuestros talentos por temor a perder; no seamos uno más por temor a ser nosotros mismos y asumamos la responsabilidad de trabajar por nuestros sueños y las esperanzas que depositen en nosotros para que los sueños de otros también sean realidad.
Recordemos que ser audaz es arriesgar y, si antes no has arriesgado por no sentirte listo, yo te digo que lo estás. Y no hacía falta que lucharas por obtener un papel para confirmarlo. Solo necesitaste reconocer el valor de la vida, Ese don gratuito concedido como el mayor bien del que disponemos.
Por eso, nuestro legado será la cosecha de nuestras obras, la autenticidad de nuestro espíritu, las puertas que abrimos y las oportunidades que no obstruimos, los proyectos que complementamos con lo que otros han olvidado, las caídas y pérdidas que te enseñaron a levantarte y decidir continuar con un esfuerzo que tiene valor en sí mismo; y tiene el valor que vieron en ti creyeron y te dieron la oportunidad de forjar tu propio destino.
Llegado este momento, si ves lo que ellos vieron en ti seguro entiendes que ese esfuerzo que vale la pena, eres tú. ¡Tú eres el sueño cumplido! ¡Tú eres el éxito!
¡El valor para ser diferente está en ti!
¡Muchas gracias a Dios y a todos! ¡Disfruten este logro y lo que harán de su vida!
Fuente: Facebook ECC