CICH Educación artística en tiempos de COVID-19: Perspectivas y desafíos*
En el contexto de la pandemia por el COVID-19 y a pesar de las inercias que ésta genera, hay espacios y oportunidades de decisión en las dimensiones educativas y culturales.
Marta Eugenia Valle Contreras Dra. en Educación Artística Investigadora del Centro de Investigaciones en Ciencias y Humanidades (CICH)
Esto es así para la Educación Artística como área y asignatura del currículo nacional. Se revisan desde este contexto los sentidos de la educación artística, estética y cultural en el currículo nacional y en la dimensión global; se comentan los desafíos que implican en este contexto la educación artística a distancia y la necesidad de reafirmar la educación artística como asignatura del currículo nacional salvadoreño y en los sistemas educativos mundiales.
Se recogen opiniones de profesores de educación artística nacionales e internacionales que reflexionan al respecto enriqueciendo este análisis de la situación de cara al futuro y la prospectiva de la sostenibilidad de la vida en el Planeta y del Planeta mismo.
Palabras clave: Educación Artística, Educación, Pandemia COVID-19, Sostenibilidad
Pienso este artículo en cuarentena, mientras lavo el patio tendedero de mi casa, una de las tareas que normalmente haría en fin de semana, no este día, tampoco a esta hora. Pero hoy tenemos el servicio de agua en casa, hay que aprovechar; esta es una de muchas tareas más que en estos días se imbrican en mi rutina diaria de trabajo como investigadora en el área de Educación Artística.
Se trata de un hecho puntual en la dimensión personal, pero que en el contexto mundial de emergencia sanitaria denota en lo cotidiano cómo se vivencia, delgada y hasta difusa, la línea entre los ámbitos laboral (sustento) y del hogar (intimidad), visibilizando las interdependencias entre todo y todos en el Planeta.
Una visibilidad tan concreta en estos tiempos del COVID-19, que casi se puede “tocar” lo real que es. Realidad que siempre ha estado ahí, la veamos con esta claridad o no.
Esta realidad y sus implicaciones se imponen pensando el artículo sobre educación artística en los sistemas educativos en tiempos de pandemia.
Así fluye una primera aproximación: las preguntas que en este contexto disruptivo necesitan respuesta con urgencia en relación a la Educación Artística como área de conocimiento, área y asignatura del currículo nacional salvadoreño. Paro lo que estaba haciendo y voy a mi libreta de notas a hacer el “punteo” preliminar con la reflexión de trasfondo.
Desde ya propongo los ítem en el listado que sigue como aporte para la reflexión de quien lee este artículo. Yo por mi parte desarrollaré aquí algunos de estos:
- Pensar la Situación, el momento.
- Síntomas culturales que revela la pandemia: más allá de la coyuntura.
- En la actualidad, en este contexto,
¿Para qué? ¿Cuál es el sentido de…?
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- Saber
- Educarse
- Educarse en la dimensión estética, artística y cultural
- Saber educar
- Saber educar en la dimensión estética, artística y cultural
- Educar en la dimensión estética, artística y cultural desde qué visión del futuro.
- Lecciones aprendidas en lo local e internacional hasta hoy
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- Lo que hemos hecho en el país y contrastar con lo internacional (Perspectiva desde este punto en el tiempo y situación disruptiva actual).
Hacer prospectiva en escenarios:
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- negativo – más favorable – favorable
- Conclusiones
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- Interpretaciones de la evidencia
- Intuiciones: lectura de inercias, vivencias
- Aspiraciones
Situación, momento
Primero, esta emergencia sanitaria reclama atención a lo inmediato, a lo mediato y a lo prospectivo. Todo esto sin perder de vista la “gran visión”, o en términos neokantianos la ética de la responsabilidad (Gracia, D., a partir de Weber, M. y el neokantismo, en: Ausín y Aramayo 2008, p. 152), que le dé sentido a nuestras decisiones desde una visión sistémica de la vida (Capra & Luisi, 2015).
Estamos ante una realidad disruptiva, con el potencial de ser una oportunidad para promover cambios a partir de repensar e impulsar los positivos para el Planeta. Muchas cosas cambiarán, otras no, algunas de ellas extinguiéndose; otras cobrarán fuerza en las personas, familias, comunidades, ciudades, países y en el mundo entero. Pero existe la oportunidad de decidir muchas de ellas como individuos y sociedades. Al menos aquellas en las que sí hay un espacio de decisión permitido por la fuerza del nuevo Coronavirus y las circunstancias que impone una pandemia que obliga a la humanidad a asumirlas ante todo con humildad y solidaridad.
Como un llamado a tomar protagonismo para el cambio radical que sostenga la vida en el Planeta.
Por ello, ante esta emergencia sanitaria y sus implicaciones en lo micro y macro, no es poco lo que hay que reflexionar ni son pocos los espacios de decisión en el campo de la educación y en la dimensión cultural.
Es apremiante, ya que éstas son áreas de oportunidad, dimensiones generadoras y modeladoras que contribuyen a construir los paradigmas sobre los cuales se fundamenta el sentido de los proyectos de vida de cada persona. De ahí, en una dinámica de interdependencia entre lo individual y lo social surgen las visiones de presente y futuro que orientan a las sociedades y determinan su relación con lo viviente (incluida la humanidad), el Planeta mismo y su sostenibilidad.1
En la actualidad, en este contexto
¿Para qué?¿Cuál es el sentido de…? Fritjtof Capra y Hazel Henderson (2020) en su artículo Lecciones de la Pandemia: retrospectiva desde el 2050, plantean un escenario hipotético en el que la comprensión de cómo realmente funciona el Planeta (su biosfera viviente energizada sistémicamente por el flujo diario de fotones del Sol) y la expansión de la conciencia global llevan a superar en el año 2050 las limitaciones cognitivas y asunciones e ideologías incorrectas que crearon la crisis desde el siglo XX. Crisis que constituye un patrón “destructivo auto infligido de la humanidad”, señalan Capra y Henderson (2020).
En su diagnóstico-relato intercalan elementos actuales y escenarios hipotéticos intermedios y a largo plazo, en una narrativa optimista en la cual a partir del 2020 la humanidad cobra conciencia para tomar medidas y asumir paradigmas conducentes a alcanzar en el 2050 un escenario global de desarrollo sostenible.
Cabe hacer notar en el marco de este artículo que estos científicos han echando mano hábilmente de los recursos y formato literario para hacer llegar al público información, su análisis y recomendaciones, como un llamado apremiante para hacer conciencia en el mundo, que lleve a cambios globales necesarios que garanticen la vida en el Planeta.
Ante este escenario global queda claro que hay que priorizar una educación que aporte conciencia y formación integral humana y ciudadana para construir presentes y futuros sostenibles que sustenten la calidad de vida en y del Planeta. La Educación Artística tiene su parte en esta construcción. Estas urgencias educativas preexistente antes de la actual pandemia persisten, su falta de resolución se manifiesta de manera crítica en el presente e implica una fuerza que trabaja negativamente para superar desde una perspectiva sistémica de la vida las problemáticas educativas y socioeconómicas, ambientales locales y la crisis global.
Mario Zetino, investigador y profesor de literatura en la Universidad Dr. José Matías Delgado, plantea como desafío para el futuro cercano de la Educación Artística en el currículo nacional la necesidad de diseñar experiencias de educación artística sobre temas como: “1) nuestra relación con la Tierra y la necesidad de su cuido, 2) cooperación, autocuido, cuidado del otro, ciudadanía, solidaridad, 3) formas de vida no consumista, formas de producción sostenibles” (M. Zetino, comunicación personal, 23 de abril de 2020).
Por su parte Aída Bernal, pedagoga de teatro y profesora de educación artística, enfatiza, sin dejar de lado el aspecto recreativo de la Educación Artística, lo importante de aprovechar el potencial de la asignatura “para desarrollar habilidades que necesitamos para afrontar la vida con todas sus aristas”, por lo que la perspectiva que propone es “reforzar la educación artística como asignatura necesaria para desarrollar las habilidades que la nueva sociedad pos pandemia requiere”. Así mismo, señala la docente:
“ya no hay tiempo” (A. Bernal, comunicación personal, 28 de abril de 2020).
Y es que la Educación Artística contemporánea, de una manera especial, holística e integradora, diferente de otras áreas del conocimiento, sin dejar de lado la recreación que aporta al desarrollo de los ocho sistemas neuroevolutivos del estudiante. Picardo & Ábrego (2020, p. 34), a partir de Levine (2003), enumeran estos sistemas: control de atención, el sistema de memoria, el sistema lingüístico, el sistema de ordenación espacial, el sistema de ordenación secuencial, el sistema motor, el sistema de pensamiento complejo de orden superior y el sistema de pensamiento social.
De esta forma la Educación Artística, aún en modalidad a distancia, tiene el potencial de apoyar las dimensiones afectivas; procesos cognitivos complejos, como el pensamiento de diseño (Resolución de problemas), la imaginación, la creatividad y la alfabetización digital, y aporta para la formación de marcos ético-estéticos y del pensamiento crítico, importantes para apoyar el desarrollo de capacidades funcionales como las define Marta Nussbaum (Entre otras, vida, salud; emociones, sentidos, imaginación; pensamiento, integridad corporal, razón práctica (Formación concepto de bien, iniciar reflexión crítica de un proyecto de vida), Afiliación y capacidad de jugar) (En Picardo, O & Ábrego. A, p.186)
En mi vida profesional he dedicado mi trabajo de investigación a identificar y aportar para superar los desafíos que posibiliten, a través de la formación docente especializada, una Educación Artística de calidad en la concreción del currículo nacional. Así, en otros artículos me he referido a estos aspectos.2 En el contexto actual de cuarentena se percibe además el desafío para la Educación Artística de diseñar estrategias y experiencias de educación artística que puedan ser acompañadas a distancia.
Frente a este desafío la profesora Aída Bernal comenta que, La Educación Artística como área del conocimiento y desde los aportes que por décadas ha realizado a los procesos de enseñanza-aprendizaje, ofrece muchas alternativas para aplicar procesos educativos, muy factibles en las circunstancias en las que nos encontramos. (A. Bernal, comunicación personal, 28 de Abril de 2020)
Por el momento un refuerzo necesario en la asignatura de Educación Artística en el país consiste en crear equipos de diseño de actividades que el alumnado pueda realizar en casa. Pensar en producciones para televisión y medios digitales, y por otra parte: promover la formación docente especializada desde una perspectiva artístico educativa contemporánea, desarrollar la capacidad en el área de investigación y las competencias digitales, del profesorado, con el fin de que eventualmente puedan diseñar actividades de Educación Artística a distancia.
El profesor Ricardo Marín Via del de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Granada, España, me comenta que ahora su equipo de investigación está trabajando en desarrollar actividades de Educación Artística que puedan hacer los niños y niñas en casa. “Las estamos ‘probando’, a ver cómo funcionan, para que esta materia del currículum puedan seguir trabajándola las niñas y niños en su casa”. (R. Marín Viadel, comunicación personal, 28 de abril de 2020)
Al respecto, Rita Irwin, artista y profesora de Educación Artística en el departamento de Currículo y Pedagogía de la Universidad de British Columbia en Vancouver, Canadá, comparte pautas y actividades puntuales que comparte con sus estudiantes de posgrado en estos momentos.
He experimentado al igual que mis estudiantes la necesidad de retomar una actividad artística. No necesariamente un proyecto grande[,] pero [sí] que disfruten y tal vez les permita pensar diferente. Pienso que esto les da espacio para el desahogo emocional. También les da permiso de bajar la velocidad, para el autocuido y para “respirar” en la situación. Además de lo que cada quien esta haciendo, “caminamos juntos durante la pandemia” [en sentido figurado] y escribimos sobre esto y así tenemos la oportunidad de juntos pensar creativamente, emocional, física y espiritualmente sobre nuestra experiencia. Por otra parte alguien me invitó a un grupo en Facebook que se llama A View from my Window (La vista desde mi ventana), cada quien comparte con el grupo la vista que tienen desde su lugar de resguardo. Es impresionante cómo responden a una imagen, un pensamiento tocando a miles. Y me parece que esto hace la diferencia.
Las artes nos ayudan a salir adelante, a vivir, a comprender. Todos necesitamos ser creativos y conectar. (Comunicación personal por correo electrónico. 26 de Abril de 2020.)
Y es que en este sentido, _“las artes son esperanza”_ expresa una amiga, no es artista, tampoco de una área profesional afín, sé que aprecia el arte, aprendió a disfrutarlo desarrollando sensibilidades, así intuye su fuerza vital. Otro de los desafíos para la Educación Artística en el sistema educativo salvadoreño es reafirmar su importancia como asignatura en el currículo nacional, para que se deje de gestionar como una asignatura complementaria,3 y así aspirar a una educación holística, integral. Por esto, la comunidad docente, los tomadores de decisión y los ciudadanos debemos resguardarla en el currículo y promover la calidad de esta asignatura en el sistema educativo de El Salvador.
Aida Bernal, recuerda el desafío preexistente, antes de la pandemia señalando que en el país se requiere,
diferenciar entre el perfil de artista creador y el perfil de profesor de educación artística. Se debe apostar por un docente especializado que comprenda la naturaleza de los diferentes lenguajes artísticos y que tenga la capacidad de diseñar experiencias de aprendizaje que estimule las inteligencias múltiples de los estudiantes, la comprensión de las expresiones artísticas y la vinculación de las mismas en su vida cotidiana. (A. Bernal, comunicación personal, 1º de Mayo de 2020).
Mario Zetino opina que en el contexto de la pandemia,
La mayor implicación […] es la de reafirmar la necesidad de la educación artística (y en el caso de El Salvador, con enfoque contemporáneo) para formar a ciudadanos sensibles, conscientes y capaces de afrontar desafíos como los que plantea una pandemia. Y aquí no se puede dejar de mencionar el carácter integrador de la educación artística de los demás campos del saber. (M. Zetino, comunicación personal, 23 de abril de 2020)
En este sentido también, apoyar por medio de la educación artística una formación humana que desarrolle sensibilidades y recursos cognitivos complejos, que den por respuesta actitudes individuales y acciones sociales solidarias ante la vida en general y, en particular, en tiempos de emergencia y crisis.
Finalmente, en relación al desafío para reafirmar la asignatura de Educación Artística en el currículo nacional de El Salvador, el caso de España pone en perspectiva lo que está en juego:
En febrero de 2020, los profesores universitarios de educación artística en España entregaron al Ministerio de Educación un manifiesto que reunió más de 4.000 firmas, en donde reivindican “el arte como uno de los pilares fundamentales de nuestras sociedades”. Afirman que,
La educación artística es imprescindible para la formación de nuestros futuros y futuras profesionales. Detrás de los éxitos de firmas tecnológicas está una sensibilidad estética que supo adaptar la tecnología a una mirada humana y a un tacto que se había olvidado […] las industrias culturales, el cine español, la arquitectura, el diseño, la moda, las artes de nuestro país, necesitan de una educación artística y estética que nos enseñe a mirar, saber ver, crear.
En esta línea, el 29 de febrero de 2020, en apoyo al manifiesto del profesorado español, InSEA, la Sociedad Internacional para la Educación a través del Arte (por sus siglas en inglés), representante de la comunidad mundial de la educación a través del arte,4 publica una carta en donde deplora la reducción en la provisión de la educación artística o en la formación especializada en cualquier nivel educativo. Esta carta es elocuente para comprender lo crítico que es reafirmar en este momento la importancia de la Educación Artística en el currículo nacional y en los sistemas educativos del mundo:
Nunca ha habido un momento en que las artes sean tan importantes para promover no solamente el pensamiento crítico y la creatividad, sino que la empatía, inclusión y comprensión. A la vez, cuando la situación sociopolítica en todo el mundo es tan impredecible, cuando el cambio climático es quizás la mayor amenaza para la civilización, cuando reina el conflicto, necesitamos arte educadores, artistas y científicos para trabajar juntos para buscar soluciones y encontrar nuevas formas de apoyar nuestras economías, pero lo más importante, las sociedades.
La educación a través del arte es una forma poderosa de abordar algunos problemas serios que enfrenta el mundo. No subestimen el gran trabajo de muchas personas creativas a lo largo de los años.
No nieguen a las generaciones futuras la educación artística, que será central en la construcción de una sociedad efectiva, responsable, creativa e inclusiva. (InSEA, 2020)
* Arbitrado por Mtra. Aida Bernal, Lic. Mario Zetino
1 En los siguientes artículos hago una reflexión amplia desde una perspectiva contemporánea de los conceptos de cultura, estética, arte, educación biocéntrica y educación artística:
– Valle Contreras, M. (2016). Pensar la educación artística en el currículo nacional: evidencias, reflexiones para imaginar un nuevo escenario de la asignatura en El Salvador. Revista De Humanidades y Ciencias Sociales, 8, 15-49. DOI: https://doi.org/10.5377/rhcs.v0i8.6628
– Valle Contreras, M. E. & Zetino, M. (2019). Aportes de la Biodanza a la estética contemporánea: estética vivencial, creatividad existencial y mirada. Akademos, 31(2), pp. 9-34. DOI: https://doi.org/10.5377/akademos. v2i31.8184
– Valle Contreras, M. (2020). Matriz de contenidos y ejes transversales para la educación artística (Propuesta de trabajo). Akademos, 33(2), pp. 97-116. https://doi.org/10.5377/akademos.v0i0.9512
2 Por ejemplo:
– Valle Contreras, M. (2017). La calidad de la educación artística en la formación docente: Recorridos y desafíos. Conversatorio con la Dra. Marta Eugenia Valle Contreras y la Mtr. Sara María Boulogne, moderado por el Lic. Mario Zetino. Akademos, 29(2), pp. 87-100. DOI: https://doi.org/10.5377/akademos.v2i29.6323
– Valle Contreras, M. (2016). Pensar la educación artística en el currículo nacional: evidencias, reflexiones para imaginar un nuevo escenario de la asignatura en El Salvador. Revista De Humanidades y Ciencias Sociales, 8, pp. 15-49. DOI: https://doi.org/10.5377/rhcs.v0i8.6628
– Valle Contreras, M., & Zetino, M. (2019). Aportes de la Biodanza a la estética contemporánea: estética vivencial, creatividad existencial y mirada. Akademos, 31(2), pp. 9-34. DOI: https://doi.org/10.5377/akademos.v2i31.8184
3 En el currículo nacional todas las asignaturas son básicas, ninguna de ellas es complementaria.
4 V er: InSEA. International Society for Education through Art. En: www.insea.org
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