Arquitectura de autores salvadoreños
La Arquitectura ha marcado su propia identidad a través del correr del tiempo, posee una larga e invaluable trayectoria de vida, marcada por exitosos trabajos de los hacedores de la arquitectura salvadoreña. La representación cultural e histórica de El Salvador se encuentra plasmada en muchas edificaciones de nuestro territorio.
Residencia Dueñas.
a Residencia Dueñas, localizada en la colonia San Benito, San Salvador, resulta ser una particular expresión de la llamada arquitectura neocolonial.
Por su gran dimensión, volumetría y originales jardines circundantes, ejemplifica el modelo de ciudad jardín, promovido desde el inicio de la expansión de San Salvador hacia el poniente, el cual rompió el modelo de manzana compacta que se daba desde la época colonial.
La configuración de este tipo de vivienda también transformó la propia actividad doméstica pues separó claramente las áreas públicas, privadas y de servicio; concepto que sigue vigente hasta el momento. Actualmente esta residencia es ocupada por oficinas de una empresa privada.
Hablar del estilo neo colonial en la arquitectura salvadoreña, es hablar de un período comprendido entre los años 1936 a 1950, años en los que se desarrolló un movimiento que llegaría a ponerse de “moda” en las construcciones de residencias, edificios de clase alta y media que vivían en San Salvador, Santa Tecla y Santa Ana.
El Tazumal.
El Tazumal, localizado en Chalchuapa, Santa Ana, representa una muestra de la influencia de Copán (en Honduras), Teotihuacán (México) y la cultura tolteca.
La disposición de grandes masas de edificios en medio del conjunto de plazas y espacios abiertos nos comunica con claridad la estrecha relación de la arquitectura prehispánica salvadoreña con el paisaje natural y, junto con Joya de Cerén, también nos habla del manejo de la escala doméstica en combinación con la escala monumental.
Tazumal fue el primer parque arqueológico en El Salvador, y se encuentra entre los más antiguos de la región centroamericana. El sitio toma su nombre de la finca Tazumal que antes existió en este lugar.
Aunque es generalmente aceptado que “Tazumal” es una palabra de origen indígena, su significado no está claro, y ni siquiera hay consenso acerca de a cuál idioma pertenece. En vísperas de la conquista española (que se inició en 1524), Chalchuapa era una comunidad poqomam, un grupo maya muy extendida desde el valle de Guatemala hasta la zona fronteriza con el territorio salvadoreño. En años muy recientes, especialmente desde 1980, se ha empezado a referirse al sitio como “El Tazumal”.
Joya de Cerén.
Joya de Cerén, localizado en San Juan Opico, La Libertad, es una expresión emblemática de la arquitectura prehispánica salvadoreña, pues por sus características se ha logrado comprender mucho de las actividades domésticas de la cultura maya y además nos muestra interesantes soluciones espaciales que facilitaron dichas actividades.
Las casas de los pobladores de Joya de Céren están formadas por 3 estructuras separadas: los dormitorios, la cocina (en donde se han desenterrado cuchillas, piedras de moler, vasijas con restos de comida (frijoles, cacao y chiles), platos de barro, lanzas, entre otros) y la bodega.
En esta fotografía puede apreciarse una celosía de adobe que posiblemente funcionó como dispositivo de ventilación natural. Esto y otros detalles han hecho que desde 1993 la UNESCO haya declarado este sitio como “Patrimonio de la Humanidad” y coloquialmente es comparado con Pompeya, situado en Italia.
Hasta la fecha se han descubierto diez edificios consistentes en casas, bodegas, una cocina, un edificio donde practicaba una chamana (adivinadora), un temazcal o baño sauna, un edificio cívico donde se reunían los líderes de la comunidad para solucionar problemas locales y un edificio donde se guardaban objetos y se preparaban alimentos que se servían durante ceremonias y otras festividades.
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