Matías Plus: La nueva normalidad, El teletrabajo
Este día compartimos el artículo sobre el Teletrabajo, la nueva normalidad por Christian Escobar para la Revista Matías Plus de la Escuela de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Dr. José Matías Delgado
La nueva normalidad: El teletrabajo
Por: Christian Escobar | Revista+Plus
El 20 de marzo del presente año la Asamblea Legislativa de la República de El Salvador aprobó el decreto 600 que contiene la Ley de Regulación de Teletrabajo. Esta ley, según el organismo promotor de inversiones de El Salvador (PROESA), podría salvar unos veinte mil empleos, aproximadamente, de los que se podrías perder debido a la pandemia del covid-19. Las personas que ejercen teletrabajo tienen los mismos derechos individuales y colectivos que los trabajadores presenciales.
En esta ley se entiende el teletrabajo como “desempeñar la relación de trabajo de carácter no presencial, total o parcialmente, por tiempo determinado o de manera indefinida, fuera del centro del trabajo y utilizando como soporte las tecnologías de la información y comunicación”.
En nuestro país los legisladores se vieron obligados a aprobar de manera acelerada la Ley de Regulación del Teletrabajo como consecuencia de la pandemia por covid-19. En relación con este tema, para la licenciada Nohemy Navas,Administradora de la Dirección Nacional Museos y Salas de Exposiciones, “el teletrabajo “gateaba” hacia su puerta de lanzamiento a un paso muy lento, pero la dura realidad de esta crisis sanitaria “nos obligó a que aprendiera a caminar de una vez. Muchas empresas no estaban preparadas para ello, quizá me atrevería a decir que en su mayoría no estaban preparadas”, dijo. La modalidad presencial sigue siendo la que predomina en nuestro país.
Sin embargo, el teletrabajo apunta ser parte de este concepto denominado “la nueva normalidad” que se refiere a la forma en la que el mundo entero deberá adaptarse a la situación generada por el covid-19.
De este modo, el teletrabajo ha sido adoptado por muchas empresas en nuestro país de manera “obligada” y se está volviendo en parte de esta nueva normalidad. Así lo ve Diego Renderos, estudiante de la Escuela de Ciencias de la Comunicación quien tuvo que hacer teletrabajo cuando dio positivo para covid-19: “Ya puedo imaginar los requisitos [para encontrar empleo] en unos pocos años (o en unos pocos meses) cuando te pidan la disponibilidad de trabajar desde tu casa y que tengas tu propio equipo”.
La mayoría de empresas salvadoreñas que entraron en esta dinámica por la pandemia tuvieron que salir adelante con los recursos con los que contaban, utilizando “lo que hay”. Por supuesto, no eran los recursos ideales. Por esta razón, las empresas deben primero replantear su modelo de negocios. “Una vez los dueños, los altos directivos o autoridades correspondientes, redefinan el negocio, se podrá visualizar qué línea de trabajo o rubro se puede desarrollar con teletrabajo” opina la licencia Nohemy Navas.
Para el licenciado Jaime Oriani, docente en la Escuela de Ciencias de la Comunicación y asesor de comunicación en la empresa Sucess es importante que las empresas definan sus resultados por metas y no por horas laborales.
La licenciada Wendy Brizuela, directora para El Salvador de Nexfundraising, empresa consultora dedicada a la asesoría en posicionamiento y captación de fondos, considera que realizar el trabajo desde casa constituye una alternativa para continuar con el trabajo, sin alterar la prestación de servicios, para asegurar la continuidad de los proyectos. Pero, por otro lado, el uso de las nuevas tecnologías aumenta la productividad y genera crecimiento en ciertos sectores productivos.
“La pandemia nos vino a enseñar que no todos los trabajos deben ser cien por ciento “de escritorio. No es necesario estar todo el día en un cubículo. No es preciso asistir a reuniones cuando la información puede hacerse llegar por medio de un comunicado o un mensaje. Siempre he creído que un empleado es incluso más eficiente si se le mantiene en un ambiente que lo haga sentir cómodo y relajado. El teletrabajo nos da la oportunidad de demostrarlo” plantea Diego Renderos.
Esta modalidad ofrece muchas ventajas. Según el licenciado Jaime Oriani, algunas son: reducción en costos de operación para las empresas, flexibilidad para el colaborador al tener un trabajo centrado en metas y no en horas fijas, y reuniones más cortas y puntuales.
Para Julio “Jed” Sánchez, colaborador en Creative Mornings San Salvadory diseñador en la marca de indumentaria Siete, el teletrabajo es una herramienta que permite romper barreras físicas, así como colaborar con diversas empresas dentro y fuera del país en tiempo real.
Una ventaja innegable es el ahorro en costos y traslados, así lo expresó Tania Cubías, estudiante de la ECC quien realiza teletrabajo. Este evita tener que trasladarse de sus lugares de trabajo a la Universidad y solicitar permisos para realizar actividades académicas. Además, indudablemente el teletrabajo contribuye en gran manera a resguardarse el covid-19.
Para la licenciada Wendy Brizuela, una ventaja consiste en “mayor flexibilidad y organización del tiempo de acuerdo a las necesidades y mayor atención y convivencia familiar. Se genera un mayor compromiso con la empresa y con los proyectos que se llevan a cabo. Permite, además, disciplinarse y organizar horarios, esfuerzos y tiempos con criterio”.
Por otra parte, entre los inconvenientes de esta modalidad, todos los entrevistados coincidieron en que el respeto a los límites de los horarios laborales no siempre se cumple. Esto, según el licenciado Oriani, en parte sucede “porque los jefes no comprenden que el teletrabajo no puede ser una réplica del trabajo de la oficina en casa. No respetan los tiempos de descanso o caen en un manejo de personal considerado como “micromanagement” para controlarlos más. Esto se debe, quizás, por la desconfianza de si están o no haciendo su trabajo. Y es una falsa idea de efectividad… yo le llamo “la hora silla”. Es decir, que el empleado estrella es aquel que cumple su trabajo de estar sentado por las horas que le pagan, cuando lo mejor es aquel que cumple con sus funciones y metas en el tiempo adecuado, que podría ser incluso menor al de la “hora silla””, señala la licenciada Nohemy Navas.
Por consiguiente, si entre empleador y empleando no ponen límites a las jornadas laborales en casa, no definen con claridad las fronteras entre el trabajo y los momentos de privacidad y descanso, entonces el hogar se vuelve un espacio de estrés. “Las jornadas se vuelven más largas si no se logra poner frenos al tiempo de trabajo”, mencionó el licenciado Sánchez. “A pesar de estar en casa, existe siempre el estrés y la presión laboral más la presión académica. Al estar solo en casa es más fácil estresarse, ya que no salimos a ningún otro lugar para despejarnos. Es bueno dejar ciertos momentos para descansar y salir a tomar un poco de aire antes de continuar con las actividades” dijo Tania Cubías.
Otras cuestiones que hay que sortear son la capacitación del recurso humano. Si no están familiarizados con las herramientas que utilizarán para comunicarse, hay que realizar algún proceso de capacitación. También las empresas deben invertir en recursos tecnológicos, plataformas y servicios de conectividad, entre otros. “Existe un aumento de responsabilidades porque se está pendiente de los hijos y de quehaceres propios de la casa. Organizar estos ámbitos es complicado e implica un esfuerzo adicional”, dice la licenciada Wendy Brizuela.
En cuanto a la productividad, Diego Renderos enfatiza que “es de suma importancia que el ambiente laboral no se pierda. De igual manera, es preciso que el recurso humano se sienta identificado con la empresa a pesar de la distancia y de la reducción de la interacción con el personal. Por ello, deben utilizarse las plataformas digitales y las herramientas que generen esta comunicación continua y efectiva entre empleado y empresa”. “Por otra parte, con el teletrabajo disminuye el trabajo en equipo y de manera colaborativa, por lo que pueden tornarse más complicados algunos procesos que tienen un enfoque multidisciplinario” agrega Wendy Brizuela.
Teletrabajo en la Escuela de Ciencias de la Comunicación
Por su otra parte, la Escuela de Ciencias de la Comunicación también entró en la dinámica del teletrabajo. Rápidamente se realizaron las gestiones para que los docentes a tiempo completo y a tiempo parcial contaran con los recursos y accesos remotos necesarios para continuar con las actividades académicas y administrativas.
“La Escuela de Ciencias de la Comunicación ha asumido el reto y compromiso de esta nueva era digital de renacer para ser creativos desde una pedagogía mediada online”. Cecilia Quijano de Santos
La comunicación fluida se mantuvo en todo momento entre la dirección, coordinaciones y docentes con la ayuda de herramientas como Google Meet y WhatsApp, lo cual facilitó la continuidad del ciclo académico.
Sin embargo, para algunos docentes y estudiantes se vuelve un reto esta modalidad. Algunos reconocen que el esfuerzo es mayor para asegurar el aprendizaje. “La cantidad de herramientas que hay que aprender a utilizar y que son necesarias para realizar nuestras labores significan retos en el trabajo diario”, comenta la arquitecta María Cecilia Quijano de Santos, docente a tiempo parcial en la Escuela de Ciencias de la Comunicación.También reconoce que hubo que reinventarse a consecuencia de la pandemia, lo que obligó a muchos docentes a actualizarse en cuanto a estrategias y metodologías de enseñanza a distancia.
Por otro lado, la arquitecta de Santos señala algunas ventajas del teletrabajo para los docentes: Reducción de la brecha de docente alumno gracias a las videollamadas, mejor organización de los horarios laborales, ahorro en trasporte y alimentación, entre otros. Este período especial ha permitido, por otra parte, compartir más tiempo con la familia.
Y entre las desventajas menciona que esta modalidad es más demandante para garantizar el aprendizaje de los educandos. También se ha incrementado el estrés y el gasto de energía eléctrica, así como se ha hecho necesaria la contratación de internet con mayor capacidad y absorber el costo de la depreciación de los equipos informáticos (si son propiedad del docente).
La disciplina, la responsabilidad, la honorabilidad y la honradez son factores clave en esta modalidad de trabajo. Así lo señala la licenciada Nohemy Navas. La presión de un empleador o un profesor no es tan sensible como cuando nos encontramos presentes de manera física. Por el contrario, afirma: “allí todo depende de cada uno, y por eso ha sido difícil para muchos, ya que no se nos da la disciplina por idiosincrasia, y por años de mala formación y educación”.
Asimismo, el licenciado Jaime Oriani sostiene que esa responsabilidad y sinceridad también aplica al tomar acciones para que el teletrabajo sea productivo. Dice: “Por ejemplo, es necesario contar con un sitio adecuado para trabajar. Hay que evitar la cama y el estar en pijama… Son cuestiones externas, pero nos ayudan a despertar y a hacer mejor las cosas. Y así como somos puntuales al inicio, también debemos ser puntuales para terminar: que no se vuelva habitual sacrificar etapas de descanso ni de familia por estar trabajando todo el tiempo”.
Por otra parte, el licenciado Julio Sánchez reconoció que al principio del confinamiento “me estaba auto-explotando. Trabajaba más de las horas, hasta días completos… Me dio estrés”. Ante esto, optó por acondicionar un área de su casa para su trabajo e impartir clases. El resto de su vivienda, como él lo llama, es su “zona zen”. Esto es: una zona sin estrés.
El contacto físico se extraña
El ser humano es sociable por naturaleza. Si bien el teletrabajo ha sido la salvación de muchas empresas y empleados para continuar con las labores diarias y así, posiblemente, evitar despidos o cierre de negocios, el contacto físico, la interacción con los compañeros de trabajo, las conversaciones en los momentos de descanso, el cambiar de ambiente al no estar todo el tiempo en casa, también hace que la presencialidad se extrañe.
No todos los trabajos pueden desempeñarse de manera remota. Algunos deben ser presenciales. Pero en aquellos casos donde sí sea posible, algunas personas como el licenciado Oriani apuestan por el equilibrio entre ambas modalidades: la presencial y el teletrabajo. “No somos “piezas” de un engranaje que trabajan en equipo de forma remota, sino personas. Nuestra forma de actuar, gesticular, vestir, expresarnos y hasta el perfume que usamos influyen en nuestras relaciones humanas. Y son estas las que fortalecen la pertenencia y el compromiso con una organización.”
Nadie niega que el auge del teletrabajo en nuestro país se debió a la pandemia. Sin embargo, es una forma de trabajo regular en muchos países. Su crecimiento se debe también a la versatilidad que ofrece, a la reducción de costos para las empresas y a la posibilidad para el empleado, entre otras cosas, de pasar más tiempo con su familia y de ahorrarse horas en el tráfico, gastos de alimentación etc. No es para todos, no aplica en todos los casos, pero en el ámbito educativo representa muchas ventajas para profesores y estudiantes.