Farmacéuticas en pie de guerra para encontrar y liderar la vacuna contra la COVID-19
En el ojo del huracán: Los científicos del mundo trabajan a contrarreloj y desafían los pronósticos de tiempo para detener la pandemia. Además, las organizaciones dedicadas a los medicamentos aceleran sus pasos ante las fuertes presiones geopolíticas
Por: Euridisse Herrera/ Andrea Chávez. Editora: Diandra Mejía. Tu Espacio
Mientras el coronavirus sigue causando estragos en América Látina y las cifras de contagios siguen aumentando, la carrera por la vacuna para frenar al virus SARS-CoV-2 continúa a toda velocidad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó que se están tomando todas las medidas para que esta sea segura y de fácil acceso para todos los países en el mundo.
Hasta el momento hay cinco laboratorios especializados que desarrollan una vacuna y probablemente la tengan lista antes de final de año. La primer vacuna es la AZD1222 del laboratorio Oxford-AstraZeneca, la segunda la CoronaVac de Sinovac Biotech, y la vacuna del Centro de Investigación Nacional de Epidemiología y Microbiología Gamaléi de Moscú.
Además de estas, también el gigante farmacéutico francés Sanofi está desarrollando una vacuna que llegará primero a Estados Unidos y luego a los demás países del mundo. Según reportes de la OMS, estas vacunas van por buen camino y dichos laboratorios ya iniciaron a experimentar con humanos.
Una larga carrera por la cura
Desarrollar esta vacuna ha tenido muchos desafíos porque requiere de una investigación exhaustiva y experimentación. El trabajo es riguroso ya que lo que se busca es que sea verdaderamente efectivo para combatir el coronavirus.
Sin desalentarse por la actual pandemia mundial, el pasado 28 de enero, los investigadores empezaron a trabajar para encontrar la cura y sin perder la esperanza aún continúan haciendo las pruebas. Esto ha generado muchas críticas, pero el mundo de la ciencia ha alertado a los gobiernos que no se puede trabajar sin tener el patógeno, sin haberlo extraído de alguna persona fallecida por el virus o incluso, sin antes haberse asegurado que la vacuna es capaz de provocar una respuesta inmune.
La situación lleva a pensar: ¿La investigación está siendo muy apresurada? ¿El trabajo está siendo forzado? ¿Se están dejando de lado los pasos primordiales para que la investigación tenga éxito? Algunos estados piensan que si, pero los investigadores saben que no es un trabajo sencillo.
La Clínica Mayo recientemente publicó que los investigadores no están empezando de cero para la vacuna contra COVID-19. «La investigación realizada en el pasado para vacunas contra SARS y contra MERS ha identificado acercamientos posibles», comentan los especialistas en el texto publicado.
«Los coronavirus tienen una estructura parecida a púas en su superficie, llamada proteína S. (Estas púas crean la apariencia de corona que les da el nombre a los virus.) La proteína S se adhiere a la superficie de las células humanas. Una vacuna que ataque esta proteína va a prevenir su adhesión a las células humanas, y hará que el virus deje de reproducirse», agregaron.
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