El periodismo ético ante la pandemia del COVID-19
La situación que vive el mundo en este momento ha hecho reflexionar al gremio periodístico sobre la manera ética de informar. Con el coronavirus convertido ya en pandemia, resulta clave hacer un acercamiento a la forma en que los medios han abordado el tema. En sus diferentes dimensiones tienen una tarea esencial: informar sin generar miedo e histeria colectiva
Por: Diandra Mejía, docentes de la Escuela de Ciencias de la Comunicación, Tu Espacio
«El periodismo informativo es un hacer. Y como hacer, es el resultado de una acción personal y profesional libre¨, menciona José Manuel Chillón, profesor de periodismo de la Universidad de Valladolid. Pero, esta acción, también requiere de ética y responsabilidad. Las sociedades modernas exigen con el paso del tiempo información de valor, contenido que sea fundamental para la democracia y para el ordenamiento jurídico, social y político.
El contenido noticioso que se ve a diario en los medios de comunicación sobre el COVID-19 es diverso, desde reportajes, crónicas, notas duras; todas enfocadas a cubrir todos los detalles de la enfermedad. Hay que analizar que no por ser un tema de inmediatez y de urgencia sanitaria se va a dejar de un lado la rigurosidad que el periodismo exige y que se merecen los lectores.
¨Para tratar el asunto del coronavirus, los medios de comunicación se colocaron a la vanguardia como vehículo de información y orientación a la población¨, asegura Antonio Torres, subdirector de el periódico El Nacional de República Dominicana.
¨Ese es su deber básico, dicen los teóricos. Sin embargo, la urgente necesidad de informar bajo el principio de inmediatez no siempre está acompaña de el necesario conocimiento sobre cómo funciona la medicina humanitaria, el papel de los actores, las fases de una actuación e incluso el nivel de riesgo de la enfermedad¨, añade.
Y es que hablar de responsabilidad y ética en estos casos es de mucha importancia, ya que, la desinformación que se ha expandido por las redes sociales, corre casi a la misma velocidad del virus y obliga a las personas a buscar fuentes confiables.
Una emergencia sanitaria de esta magnitud requiere toda la ética posible porque está en juego la toma de decisiones de varias sociedades. Pero, algunos medios, aprovechando el temor de la población, se las han ingeniado para ganar seguidores y tránsito en sus redes sociales con titulares sensacionalistas y alarmistas. Otro aspecto es que los medios omiten las fuentes haciendo imprecisa la información y poco creíble.