Educación virtual
Por Jorge Hernán Cárdenas
Internet revoluciona el proceso de aprendizaje y cambia las formas de enseñanza. Los cursos dictados a través de la red potencializan la relación maestro-alumno.
En los últimos cinco años los desarrollos tecnológicos han hecho más evidente el potencial de las nuevas tecnologías en educación. En la educación superior están facilitando, si no forzando, el paso de ambientes de aprendizaje centrados en el instructor a aquellos centrados en el que aprende y, sobre todo, en el grupo que aprende de forma colaborativa. Las posibilidades son enormes:
Los estudiantes podrán acceder a medios interactivos, consultar con expertos y con sus compañeros cuando su aprendizaje lo requiera. De igual manera sucede con los profesores, quienes tendrán medios para acompañar y facilitar el proceso de aprendizaje de forma colaborativa.
Una persona, por iniciativa propia, podrá beneficiarse de la educación virtual autoformándose en el sitio que quiera, a la hora que quiera y cuando lo requiera.
Las empresas podrán diseñar, junto con los expertos en contenido, la formación continuada de sus empleados a la medida, recurriendo a los cursos que exactamente necesitan y sin ausentarse de sus puestos de trabajo.
Esto implica un gran compromiso de los actores del sistema de educación superior. Los ambientes virtuales de aprendizaje se construyen, se administran y se evalúan. No por el hecho de tener acceso a Internet se tiene educación. Las universidades, los profesores, el Estado y los estudiantes debemos hacer un gran esfuerzo por construir estos espacios, y así generar un gran valor a nuestra sociedad.
Con el ánimo de ilustrar al lector acerca de este importante tema hemos organizado un conjunto de interrogantes formulados a profesores universitarios expertos.
¿Qué es realmente la educación a través de Internet?
Esta es una modalidad de educación a distancia que utiliza las tecnologías —tales como el correo electrónico, las charlas en tiempo real o chats, videos, sistemas multimedia, etc. para establecer un aprendizaje entre estudiantes y profesores sin limitaciones de localización, es decir, sin restricciones geográficas.
En la educación los alumnos y los maestros pueden estar ubicados en diferentes ciudades del mundo y desarrollar el curso de manera similar a los que se dictan en la universidad. Generalmente las clases se complementan con tareas, material de estudio y programas especiales que pueden ser consultados en cualquier momento.
Los exámenes, las dudas e inquietudes por parte de los estudiantes se realizan vía e-mail.
¿El material de aprendizaje y los contenidos de los cursos son iguales que en el caso presencial?
La gran ventaja de los cursos por Internet es que el material se hace utilizando las tecnologías disponibles para que sea lo más dinámico posible. En el caso de las clases de ingeniería, por ejemplo, las presentaciones en Internet se basan en modelos de simulaciones computacionales que el estudiante puede modificar en cualquier momento para realizar sus análisis. Es decir, el aprendizaje se hace con base en laboratorios virtuales, lo cual le permite al alumno fijar más fácilmente los conceptos.
Entonces, a diferencia de los cursos presenciales, en los cuales el profesor explica un tema y los discípulos después de clase estudian el libro o el material, en los cursos virtuales basados en simulaciones éstos van realizando los ejemplos y trabajos simultáneamente.
¿Presenciamos entonces la desaparición de las universidades?
Posiblemente no. Lo que puede ocurrir es que terminen realizándose virtualmente todas aquellas actividades que se pueden hacer mejor de esta manera y que en las universidades de ladrillo y cemento se efectúen aquellas que no se pueden desarrollar adecuadamente en el otro mundo. Es algo similar a lo que algunos opinan que ocurrirá con el comercio electrónico: no desaparecerán los almacenes de ladrillo y cemento, pero se dedicarán a realizar aquellas actividades que pueden hacer mejor que los almacenes virtuales.
¿Qué le puede pasar a la educación superior del país si no entra en la era de la educación virtual?
Le cuentan en varios millares las escuelas, colegios, universidades y empresas del mundo que ya están utilizando la educación con base en la teleinformática. Si las entidades de educación superior del país no lo hacen de inmediato enfrentarán la competencia desigual de las de los países que sí lo están haciendo. Si el Estado no define unas políticas claras y estimulantes en este campo perderemos la oportunidad de preparar a la población para la nueva era del conocimiento y la condenará al subdesarrollo cultural, intelectual y económico por varios siglos, si no para siempre.
¿La educación virtual es deshumanizante?
Es un tema delicado que debe ser estudiado con detenimiento. Sin embargo, pienso que es responsabilidad de quienes la diseñan encargarse de que esto no sea así. Además, ¿cómo sustraer a los estudiantes de la experiencia de los ambientes virtuales, que van a ser tan ubicuos en el futuro? Creo que en los centros educativos todavía no hemos entendido muy bien que los jóvenes de ahora son distintos y que hay que utilizar medios adecuados para despertar su interés y motivación y pienso que los ambientes virtuales son uno de los medios útiles para este propósito.
¿Cuáles son los peligros de la educación virtual?
Desde mi punto de vista el principal peligro es la calidad. El peligro está en reproducir los esquemas tradicionales de enseñanza-aprendizaje utilizando nuevas tecnologías de la información y la comunicación. La mayoría de cursos que se encuentran en línea actualmente no son más que los tradicionales puestos sobre la web. No se aprovecha realmente el potencial de las herramientas de comunicación que nos brindan las nuevas tecnologías informáticas y de comunicaciones (Ntic) para construir el conocimiento de manera colaborativa y significativa para los aprendices. Es necesario repensar los procesos educativos.
¿Cómo se ve entonces el futuro de la educación universitaria con la educación virtual?
Las oportunidades que se visualizan son muy interesantes. Es posible que en el futuro un estudiante pueda escoger cursos de diferentes universidades, dictados por diferentes profesores, con la posibilidad de interactuar con ellos y con alumnos localizados en todo el planeta. Ellos podrán disponer de muchas posibilidades para completar su currículum, lo cual significa que un programa puede tener diferentes enfoques según los intercambios virtuales que haga la persona. La tarea, sin embargo, para los profesores, es retadora y ardua para reestructurar y rehacer los cursos pensando en los estudiantes cibernéticos y la consideración de las tecnologías informáticas para la docencia.
¿En un país como Colombia que acciones se deben tomar para potenciar el impacto de la educación virtual en la sociedad?
Principalmente le puede permitir ampliar la cobertura con calidad y pertinencia. Ello, sin embargo, requiere varias cosas como las siguientes:
Una mejor y más extendida conectividad del país de tal forma que los municipios marginados y distantes puedan tener acceso a la red. Esta debe ser una prioridad nacional.
Unas entidades de educación superior bien consolidadas que tomen como su prioridad el producir, seguramente bajo contrato con el Estado, bienes de conocimiento con base en los medios electrónicos, atractivos para los jóvenes y preparados por profesores muy bien versados en los temas tratados.
Unas entidades con propósitos similares a los institutos de innovación regional propuestos por la Misión de ciencia, educación y desarrollo, creadas en alianzas entre las comunidades locales y otras entidades públicas y privadas.
Fuente: https://goo.gl/GTm2U2
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