Desarrollo Humano ha beneficiado a la juventud IDH: Índice de Desarrollo Humano en ES

La mayor riqueza que posee nuestro país está en su gente, por lo que requiere empoderar e invertir en la juventud, el 30% de nuestra población tiene entre 15 y 29 años, y el 56.6% tiene menos de 29 años.

El progreso en Desarrollo Humano ha beneficiado a la juventud, pero persisten algunas brechas que afectan, entre 1990 y 2017 el Índice de Desarrollo Humano incremento de 0.529 a 0.674 o sea un 24.7%.

El País actualmente se ubica en Desarrollo Humano Medio, por lo que su crecimiento se ha desacelerado, para el 2017 los jóvenes tenían un IDH que es de 32.1% mayor que el de las personas adultas.

No se puede negar que la violencia y la criminalidad son un obstáculo para el desarrollo de los jóvenes, entre 2007 y 2017 hubo 44,334 homicidios, de los cuales el 51% fueron jóvenes, por lo que la tasa de homicidios de jóvenes es de 53.4%.

En cuanto a la violencia feminicida el 44% de los homicidios de mujeres en la última década fueron mujeres jóvenes, por lo que la violencia directa en contra de las personas jóvenes, particularmente en salud y gastos institucionales en 2017 fue de entre 2.4% y 3.3% del PIB.

Hay un dato que es muy alentador, a pesar de la adversidad que representa la violencia la mayoría de los jóvenes son resilientes, o sea que les permite lidiar, enfrentar y sobreponerse a las adversidades.

En lo que respecta a la inserción laboral para las mujeres jóvenes es adversa, ya que el porcentaje de mujeres fuera del mercado de trabajo es mayor que el del hombre están 71.4% vrs 28.6%.

La incidencia de trabajo decente es menor entre las personas jóvenes que en las personas adultas están en 16.6% vrs 21.3%, por otra parte, la incidencia de la ocupación SRPS (Sin remuneración justa ni protección social) y el subempleo es mayor entre las personas jóvenes que las adultas.

Hay muchos jóvenes fuera del sistema educativo y en riesgo de deserción, entre las personas jóvenes que han desertado 10.3% lo hizo en educación media, 14.9% en tercer ciclo, y 12.6% en primaria.

Los motivos para el abandono educativo son variables entre ellos están, falta de interés, necesidad de empleo, costo (precio), trabajo doméstico, y seguridad o violencia, la incidencia es mayor en las mujeres que en los hombres y mucho mayor en el área rural que en la urbana.

Actualmente unos 81,390 jóvenes se gradúan de educación media, de ellos el 39.9% continúa estudiando, 26.1% entra al mercado de trabajo, 4.3% estudia y trabaja, 10,1% busca activamente trabajo, 13.9% se dedica a trabajo doméstico y tareas de cuidado y 5.7% queda inactivo.

Entre quienes entran al mercado laboral el 3.1% obtiene empleo decente, el 9.1% es ocupado sin prestaciones sociales ni remuneración justa y el 18.1% trabaja en condición de subempleo. Los principales sectores donde se emplea jóvenes graduados son el sector comercio y servicios, el sector agrícola, industrial y la maquila.

Entre los jóvenes en condiciones de riesgo está que el 49.1% vive en hogares con restricciones debido a la inseguridad principalmente en el área urbana, de estos jóvenes el 40.9% vive sin ambos padres, 18.9% vive con uno de sus padres, y 42.2% con ambos padres.

El 26.4% de jóvenes fue víctima de uno o más hechos de violencia en el último año, la comunidad es el principal entorno en el que los hombres y mujeres jóvenes han sido victimizados y son el 23.6% vs el 17.1%.

A nivel nacional un 28.5% de los jóvenes no estudia y no trabaja, de estos el 77.1% son mujeres y el 31.1% de estas mujeres realizan TDNR (Trabajos domésticos no remunerados) además el 65% de este grupo tiene entre 15 y 24 años.

En cuanto al pago, la juventud en el área rural gana 23.6% menos que en área urbana, la edad promedio de inserción laboral es de 14 años (área urbana 16.9), además 49.7% está subempleado (área urbana 41.3%).

Solo un 18.1% de la población rural de 16 años o más está asistiendo a un centro escolar, comparado con 34.9% de sus pares en las zonas urbanas. La juventud rural con edad para trabajar tiene dos años de escolaridad menos que sus pares urbanos están en 8.2% versus 10.5%.